miércoles, 21 de marzo de 2012

Semana 1.

Empecé con muchísimas ganas y muchísimas esperanzas pero en estos dos últimos días las cosas en mi cabeza no han ido tan bien.

No sé que me ocurre.
Las cosas van de manera perfecta, parece que todos me ayudan a salir. Que todos ponen su granito de arena. Yo le pongo empeño a esto, sigo las pautas, todo a su tiempo y manera... Pero no salgo.
De repente me despierto al día siguiente y la realidad me cruza la cara de una manera increíble.
Y vuelvo a sentirme completamente sola en momentos en los que desearía tener un buen amigo al que contarle qué demonios me pasa. Sé que todos estamos solos pero vuelvo a lo mismo, no significa lo mismo estar solo que sentirse solo. Y yo en momentos así lo que necesito es a alguien que me abrace y me diga que no pasa nada y que vamos a dar un paseo. No quiero estar más tiempo aquí.

Os juro que lo estoy intentando. Os lo juro por lo que más quiero, pero sigue habiendo un problema.
No sé por qué lo hago.

Se supone que por mi, ¿verdad?
Entonces, ¿por qué en mi cabeza me sigo dando igual?
Siento que lo hago para que los demás puedan dejar de preocuparse por mi, sin más.
Realmente mi cerebro no ha asumido que esto tengo que hacerlo por mi, que lo primero soy yo y los demás vienen después.

Me dicen "tranquila Zoe, aún es muy pronto para que todo surta efecto" pero es desesperante.
Y que no puedo parar de daros las gracias por hacer todo lo que podéis e incluso dejar de lado vuestros planes y agobios por mi, pero no quiero daros pena ni quiero que dejéis cosas por mi, yo sólo escribo esto para desahogarme. Nunca os pediré nada. Eso no saldrá de mi boca. Pero aún así no puedo dejar de daros las gracias. Tenéis unas fuerzas que me faltan a mi ahora mismo y que ya quisiera. Sois magníficos.

Quiero salir de esto. De verdad que si. Y sin vosotros ahí se que no podría.
Hoy sólo tengo un mal día. Mi bici está pinchada y no puedo parar de llorar.
Hace un día precioso pero tengo miedo de la calle, de no poder contenerme ahí fuera.
Sé que dejaré de tener miedo, pero no sé cuando.
Mañana suben la dosis. Sólo espero que me vaya bien...
Sé que escampará en mis sienes, sé que podré dejar de llorar algún día de estos...
Sé que saldrá el sol dentro de mi cabeza.


Un abrazo.



Z.

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