Esmeralda.

Es lo único que puedo decir por ahora.
De ese color, el agua que correrá por mi cuerpo el jueves...


Hoy no han venido las musas a susurrarme.
Pero no me importa. Ya he tenido mi dosis.
Dulzura en vena, de parte de dos buenos amigos.
Gracias a ambos, sabéis quienes sois.
Y debéis saber que os quiero a morir.

...


No sé, de veras, como pretendes que pueda dormir con la luz,
la luz de tus ojos. Esos que ya no me dan largas.
Esos que ahora me indican que me echas de menos.

He de decir, que los míos también extrañan seguirte los pasos...


Te propongo:
Ven a buscarme.


Ahora, como antes, si me dices "ven"...
iré sin pensármelo.


Sálvame, puedes hacerlo.
No del precipicio.
Pero sí del desasosiego de saber que la altura,
cada vez es mayor...