lunes, 20 de julio de 2009

Inexistente.


Hemos tenido el tiempo suficiente como para ilusionarnos.
Como para creer que todo saldría bien.
Historias que tienen principio pero no final.
Y que se quedan en el camino.
No podemos remediarlo.
Un día crees que hay esperanzas.
Y al siguiente el sueño se rompe en mil pedazos.

Día de lágrimas.
De ilusiones rotas.
De sueños evaporados.

¿Y yo...?

No sé por qué...
Pero ya sabía que pasaría...

Y ni siquiera sé qué decir...

1 comentario:

7 dijo...

Feliz verano, duende