domingo, 20 de enero de 2013

Just think about it.

Hace frío ahí fuera, llueve y el viento amenaza con tirar la ventana sobre mi cabeza.
La persiana no para de temblar, al contrario que yo.
Hace un rato que decidí desnudarme.



Siempre el mismo ritual, frío polar, ventanas abiertas, música y desnudez. Desde que me recuerdo. Los vellos de punta me recuerdan que soy vulnerable. Vulnerable a todo lo que no puedo ver, ni tocar, ni oler, ni sostener parado en el tiempo por mucho tiempo. Minutos que pasan como suspiros, horas que se vuelven a veces pesadas cuando no nos reflejamos en otros ojos distintos, otros que no sean los nuestros frente a un espejo. Quizás hace segundos que empecé a divagar y desvariar.

Todavía guardo tu navaja bajo mi almohada, por si vienen los monstruos. Pero ha pasado tanto tiempo que si vuelves no estaría segura de a qué presa la arrojaría con fuerza primero. Nunca debiste regalarme  armas que pudiera usar contra ti, porque siempre preferiré herirme de gravedad antes que herirte por accidente. No volarán cuchillos ni navajas sobre nuestras cabezas esta temporada. Me lo he prometido. No quiero pensar que no podamos cumplirlo. Sólo un poco más de silencio. Quédate callado...

Voy a hacer que desaparezca la camisa que me cubre. En dos segundos. 
No hables, no digas nada. El frío de Enero ha hecho que vuelva a estremecerme otra vez.
Nunca sentí la soledad tan honda como hoy. Mi conciencia gritando que ya no estás. No me inmuto.
Quiero seguir despeinada, porque tú me despeinabas antes a besos. Así que aleja ese peine de mí.
Necesito congelarme en aquel momento en el que me mirabas con los ojos llorosos, a sabiendas de que me dejarías marchar, pero teníamos el mismo miedo clavado en las costillas. Aún puedo sentirlo.
A veces... en la cama, el murmullo del viento me acaricia la oreja y creo que has venido a verme. Pero tú nunca estás. Nunca vuelves. No volverás, sé que no lo harás. Mi fe me ha dado el beso de Judas.

Esta noche, sólo esta noche, pediré a los monstruos de debajo de mi cama que salgan a jugar al póker. Desde que te fuiste las sábanas son como océanos infinitos en los que tú ya no navegas. Ya no te enredas en mi pelo creyéndote envuelto en las olas que te mecían hasta dormirte. 
Podemos jugar a los dados.
Te dejaré ganar.
Sólo si vuelves.

Hazme una señal. Ahora que ya no creo en nada. Te dejaré hacerme sangrar. Sólo si vuelves.

Nada de lo que veo es real.Todo está bajo mi piel y entre los mechones de mi pelo que hace tiempo que no trenzo. Guardados como tesoros, los susurros que mi oído nunca quiso dejar escapar. Tuyos.
Voy a arrojar a la tormenta la poca cordura que me queda esta noche. No reconozco a la misma que te cogía la mano dentro de mí. Es como rasgarse el escudo, pero por hoy, puede pasar.


Levanta la vista. Sigo sentada en aquella mesa junto a la ventana, mientras el mundo se vuelve un charco ahí fuera. Aquí dentro. En mí. Para ti, que me conoces y puedes ver el gris, la ceniza del cigarrillo, las cicatrices húmedas, los pies descalzos y el vello de punta. Todo lo que fui.
Tú, que besaste mis heridas abiertas y las viste convertirse en cicatrices. Tú, que me mantuviste en equilibrio sujetándome con pinzas sobre una cuerda fatal. Sobre el abismo. Siempre con vértigo...
Dulce y amargo vértigo. Preferible al vacío que siento hoy. Infinito.



Mariposas rebeldes acampan en mi estómago, luchando por salir.
Haciendo un agujero para poder llegar hasta ti y decirte que nunca, nunca te fuiste...


Porque yo nunca te dejé marchar.

martes, 15 de enero de 2013

You don't know me.

Hola, querido anónimo.


Probablemente te preguntes el porqué de esta entrada. 
Es algo que irás entendiendo al avanzar leyendo.

He explicado muchas veces lo que son las máscaras para mí, las corazas, las armaduras, las dos caras de la moneda. Todos tenemos un "yo" reservado sólo para nosotros mismos, y otro "yo" que enseñamos al público como quien airea su ropa íntima en un tendedero. Simplemente a veces, como seres humanos que somos, creemos saber todo de una persona basándonos sólo en aquello que nos muestra. Y no debemos confundirnos.
Ahora me toca hablar de mí para enseñarte el ejemplo.

Apuesto lo que sea a que crees saber quién soy por lo que lees aquí o en cualquier otra parte. 
Sabes que tengo el pelo azul, que llevo piercings, que estudio arte, tengo tatuajes, veinte míseros años de vida, que mis padres están separados y mi padre tiene pareja, que he tenido ciertos problemas con mi padre pero que le quiero con locura, que tengo hermanastros, que adoro a mi hermano menor, que tengo un pastor alemán, que mi madre es rubia, que soy fumadora social, que me gusto tal y como soy aunque algunos me critiquen por mi peso, que me he vuelto casi de piedra después de mi última experiencia amorosa, que hago fotos desde pequeña, que tengo mucho carácter, que me gusta Pink Floyd, Patti Smith y Bob Dylan, que toco el violín, que canto, que vivo en un piso de estudiantes e incluso que me medico. Y hasta aquí puedo leer.

A partir de esta información, tú te tomas la libertad de opinar y tergiversar todas mis palabras. E incluso de ponerlas en duda, tacharme de inculta, de mentirosa, de fantasiosa, de loca.
Bien, pues esto es sólo lo que yo quiero mostrarte, querido anónimo. Ni más ni menos que mi mayor máscara. Esto es lo que yo quiero o no me importa que conozcas de mí.
Puedes decirme que me lees asiduamente por aquí, por mi ask, o incluso que me acosas por mis redes sociales, pero siempre leerás lo que yo quiero que leas. No me tomes por tonta, no se me escapa la información sobre mí. Ya no tengo cinco años ni soy una bocazas.

Y bien, ¿crees que me conoces como para poder juzgarme? Permíteme ponerlo en duda.
Seguramente no sepas de mí, las cosas que me hacen ser quien soy.



Que me gusta peinarme cien veces nada más levantarme aunque siempre termine con la melena despeinada. Y me encanta. 
Que suelo llevar el labio partido y sangrando, porque se me queman con frecuencia.
Que soy torpe por naturaleza y de cuando en cuando es normal verme con las medias rotas y las rodillas peladas como si fuera una niña.
Que normalmente llevo las manos manchadas de tinte, de tinta china, de pintura o de cualquier cosa similar. Y que a veces ni siquiera recuerdo en qué momento me las manché.
Que mis amigos dicen que huelo a especias, y eso me hace sonreír.
Que el café que me tomo por las mañanas hecho por mi compañera de piso María José sabe a Navidad, a música bonita y a bailes mañaneros.
Que los mejores besos que me han dado, también me han hecho sangrar hasta casi morir, como si fueran dagas clavadas en mi cuerpo.
Que no sé dormir con pantalones ni calcetines, y aún no he descubierto si se me da mejor dormir sola o acompañada.
Que cuando estoy triste, muy triste, abro la ventana de mi cuarto por la noche cuando más frío hace y me desnudo.
Que tengo memoria de elefante incluso para cosas que no son mías. Recuerdo con exactitud detalles de mis 3, 5, 7 años. Y que a veces me alegro por ello, y otras veces me derrumbo a base de recuerdos.
Que suelo acordarme de todo lo que sueño, y mis sueños son tan vívidos que puedo detallarlos.
Que me paso de espiritual, algún día terminaré flotando. Pero también me paso a veces de sarcástica, irónica y fría. Y sólo soy sentimental y dulce con mis amigos, o con personas que me dan buenas vibraciones desde el primer "hola".
Que se me humedecen los ojos cada vez que veo a un perro en la calle, y cada vez que escucho Not Dark Yet de Bob Dylan.
Que la primera canción que aprendí a cantar en mi vida fue "I want you", también de Dylan, seguida de "la cucaracha". Y hay vídeos que lo prueban.
Que si no fuera por el arte hace mucho que me habría quitado la vida. En mis peores momentos me he escapado de la soga que ataba mi cuello con el simple hecho de sujetar un lápiz sobre un folio en blanco.
Que a veces prefiero mi soledad y mis vellos de punta escuchando música a echar un polvo.
Que cuando estoy sola en casa me gusta bailar.
Que mi sentido de la justicia y la lealtad son tan estrictos que me han traído problemas.
Que hay un barrio entero de Sevilla que no he vuelto a pisar porque me parte en mil pedacitos.
Que me gusta ir en silencio en mis viajes de tren y autobús y no me gusta charlar. Y si no voy escuchando música tiendo a marearme muy mucho.
Que relaciono a ciertas personas con olores, colores, sonidos, canciones. E incluso soy capaz de relacionar todo esto entre sí.
Que amé, amé hasta romperme, y ahora me cuesta no huir cuando veo brillar los ojos de la persona con la que hablo.Y que suelo rezar para que nadie se enamore de mí. Insensato.
Que las croquetas de mi abuela y las albóndigas de mi madre son archiconocidas por mis amigos.
Que en verano puedo pasarme días enteros metida bajo el agua buceando.
Que sin mis escapadas al mar me asfixiaría, y necesito mis dosis de artisteo con mi mejor amiga.
Que soy tan lógica que cuando algo escapa de mi entendimiento o tengo un problema que no puedo solucionar por mí misma me dan serios ataques de ansiedad.
Que tengo tantas cicatrices en el cuerpo que podría contarte millones de historias más... pero ahora mismo no me apetece.


... 


Me hubiera gustado verte en la primavera de 1995, querido anónimo. Sentado en el suelo de casa de mi padre junto a mí, escuchando en repetición I wish you were here en el equipo de música, constantemente sonando a todo volumen. Con la puerta de la calle abierta y todas las ventanas de la casa dejando pasar el sol. El olor de las hojas. La ignorancia de la niñez. O cuando mi madre me leía antes de quedarme dormida, y el olor de las sábanas de franela y los libros de biblioteca antigua inundaban mi habitación. Aún puedo sentirlo.
Los mejores años de toda mi vida.

Igual así podrías conocerme. Podrías saber quién soy. Pero no es así. Y todo lo que pueda escribir aquí  se quedaría corto.

No, no sabes quién soy. A veces ni siquiera yo lo sé, pero al menos sé lo que he vivido y lo que me hace ser la persona que soy ahora. Estoy orgullosa de la persona en la que me he convertido, a pesar de todas las adversidades. Esto es lo que soy.


Puedo seguir escribiendo sobre mi coraza, y tú seguirás leyéndome y creyendo saber; pero jamás de los jamases podrás conocerme. 


Eso es algo, que sólo está reservado a los que saben volar.



Buenas noches.

jueves, 10 de enero de 2013

Cerrojos.

"As you can see when you look at me
I'm pieces of what I used to be.
It's easier if you don't see standing on my own two feet.

I'm taller when I sit here still, you ask are all my dreams fulfilled.
The made me heart of steal
the kind them bullets cannot see.

Nothing's what it seems to be
I'm a replica, I'm a replica.
Empty shell inside of me
I'm not myself, I'm a replica of me."



-Amor.
-¿Amor?.
-Amor.
-No sé lo que es eso.
-Creo que sí, Peter. Seguro que tú también lo has sentido, por algo... o por alguien.
-Nunca. Hasta la palabra me revienta.

Peter Pan.
J.M. Barrie.

domingo, 6 de enero de 2013

Just Lose It.

"But I do know one thing though, bitches, they come they go
Saturday through Sunday, Monday, Monday through Sunday yo'
Maybe i'll love you one day, maybe we'll someday grow 
Till then just sit your drunk ass on that fuckin' runway hoe..."

Una más, una menos.
Así es como yo funciono ahora.

He creado un monstruo, porque nadie quiere ver a Zoe ahora. Todos quieren ver a Karma. Así que eso es lo que voy a daros. Uno por uno.


Si desde el principio tienes en tu mente la idea de que eres otra más, nada sale mal.
Al final se irá, todos se van, no es nada especial, sólo una noche entre tantas.
Y no te extrañes si no vuelves a saber nada de la persona en cuestión.
A veces yo no quiero que me reencuentren, por eso me voy.
Tampoco me cuesta tanto después de todo lo pasado. Me he vuelto mucho más fría.
Y no me importa. Es mejor desde el principio.
Se me da bien poner las cartas sobre la mesa, llevar las riendas, hacerlo a mi manera.
Mi terreno. Mi tablero de ajedrez. Mi forma de jugar.
No me reconozco. Pero no me siento mal.

"Yo no tengo sentimientos".
Esta semana lo he dicho unas tres veces. Tenía que decirlo en ciertos momentos.
Me gusta parar en seco cuando algo no me convence. Antes me daba miedo y ahora no estoy segura de si es pánico o rechazo. En todo caso, no voy a dar mi brazo a torcer. Me han reseteado y he vuelto a ser un animal. Y ahora dime si no sabes nada de esto. Cada vez que me preguntan quién soy ahora sólo puedo afirmar que me jodieron hasta decir basta. Y no voy a pasar por lo mismo.
No he cambiado mis hábitos, ni mis aficiones. No voy a empezar a tener amiguitas para alejarme de los tíos. No es mi estilo. Así que aquí sigo. Rodeada de los mismos de siempre. Adivina. 
No encuentro eso que tú llamas amor por ninguna parte, excepto en las cosas que creo y saco de mi mente. Es lo único por lo que me brillan los ojos. Nada más. No hay nadie más. Está vacío.

Quizás es verdad eso que dicen de que ya no soy la misma persona, de que soy una piedra y no me reconocen. Puede que sea cierto que esto me ha hecho cambiar de tal manera que he perdido la sensibilidad por todo lo que no me incluya. Egoísmo. Del bueno. ¿Recuerdas el 2008?. Puedo preguntarle a cualquiera que me conociera. Porque por aquellos años me habían jodido de tal manera que conocí el odio, lo miré a la cara, le escupí, y no volví a querer tener a nadie conmigo hasta casi año y medio después... y me costó mucho confiar. Aún así necesite volar. Ahora me lo tomo todo de una manera completamente superficial... Excepto mi interior. Seguid girando. No voy a correr.

¿Quieres verme?. Muy bien, tendré que pensarlo.
Quizás me veas hoy. Quizás esta noche.
Quizás nunca más.



Y puede que ni siquiera me importe.
De todas formas, no voy a ir a buscarte.





Esta noche no voy a decirte que te quiero, porque mañana ni siquiera te acordarás de mí.

miércoles, 2 de enero de 2013

REBORN.

Se acabó.



No pienso dar ni un solo paso atrás.
Ya me has demostrado todo el tiempo que he tirado a la basura pensando en ti.
Dudo mucho que todos estos meses hayas merecido algo de mí.
Debí de alejarme hace mucho, debí alargar mi silencio, debí olvidarte.

Tenías dos caminos.
O quererme con todas tus fuerzas quitándote las cadenas, o abandonarme y dejarme morir.
Elegiste lo segundo. No fui suficiente. Dijiste "sobresaliente", pero quizás sobresaliente no era lo mejor para ti. Llegué a estar confusa. Llegué a creerme loca escuchando tus palabras. Llegué a pensar que todo era culpa mía, que nada de lo que hacía bastaba para hacerte feliz. Me quedé sin nada, me quedé vacía, y te lo llevaste todo. Yo seguía sonriendo, porque todo mi ser era tuyo. Y esperé nueve meses, junto a tus lágrimas, tus enfados, tus reproches y tu inseguridad.
Nunca supe si me quisiste de verdad, aunque lo dijiste muchas veces. Ni siquiera ahora sé la verdad.
Pero ya no me importa.

Me enseñaste a quererme. Ahora sé lo que valgo.
Disfruta de tu vacío. Aún te queda mucho por recorrer, y de mí sólo te quedará eco.
Espero que algún día encuentres el coraje para contarle a ella sobre tus dudas nocturnas, en las que dices que aún existo, y que es difícil. Luego lo borrarás, como todas tus palabras, como siempre.
Aún te queda camino. Yo seguiré andando el mío, pero ya no soy tuya. Ya no.

Creí que eras diferente. En mi corazón, por suerte o por desgracia, siempre lo serás.
Sin embargo... y aunque me cueste...



All in all you're just another brick in the wall.






Goodbye.

martes, 1 de enero de 2013

Propósitos.

Feliz 2013 a todos :)



En primer lugar, el 13 es uno de mis números favoritos. Hoy, mi antítesis, la señorita Úrsula (o Thanatos), me dijo que el 13 era un buen número, que daba suerte, y que este sería nuestro año.
Me encanta su manera de pensar, de ser optimista, de ver luz más allá.

El 2012 me ha hecho mucho daño.
Digamos que me ha hecho sangrar, literalmente.
Hice aquello que jamás debe hacerse, me abandoné, y pisé el camino final mecida por los brazos de la muerte. Es tan fría que podría helarme la sangre en segundos. Como ya dije, podría decir que la he besado en los labios. Pero me dejó ir, o mejor dicho, ellos no dejaron que me fuera.

Con ellos podría referirme a muchas personas. Personas y no gente que me han querido, cuidado, apoyado y prácticamente salvado. Yeray, Salomé, Ariel, Victoria, Alfredo, Sergio, Karlos, María, Manu, Eva, Rocío, María José mi compañera de piso, Marc... merecen tanto la pena...
Mi familia. Esos grandes. Mi madre, la mejor madre del universo, la que me levantó de la cama y me vistió de colores cada mañana, me secó las lágrimas y me vendó las heridas. La que no me dejó sola ni un solo segundo. La que a pesar de mi horrible carácter, nunca me negó nada.
Mi hermano, mi delirio, la persona que más quiero en este mundo. Ese pequeño ser que me vio caer al pozo más hondo y sólo tuvo que decirme "mantente firme" para que esas palabras se me grabaran para siempre y fueran un mantra para ponerme de pie.
Mi abuela, mi segunda madre, mi amiga. Que siempre, (y cuando digo siempre es SIEMPRE), creyó en mí, incluso cuando había tirado la toalla y no tenía fuerzas ni para levantarme. Ese impulso para seguir adelante porque ella creía firmemente que yo podía conseguirlo todo si me lo proponía.
Mi tía, que siempre tiene una sonrisa, un detalle para hacerme reír. Porque es la persona más tierna y más amable que he conocido nunca, y eso la honra, se merece lo mejor que pueda pasarle.

He conocido a tanta gente al salir del pozo que me he transformado. Tengo miedo, pero soy más fuerte. Tengo una buena coraza sin grietas, llena de cicatrices.

Se fue. Ni siquiera dijo adiós ni me dio elección. Y siguió queriendo latir en mí, a pesar de que cada latido estaba lleno de dolor. No merece la pena gastar líneas en mi caída estrepitosa.

Esta es la primera entrada de este nuevo año. Mi año. Haré de él un lienzo que ir pintando.
No he mencionado que abandoné al mejor amante que tendré jamás, el arte, pero lo he recuperado, y nada me hace sentir tan llena de vida.

Estar sola me ha hecho redescubrirme. Ya no soy una princesa que necesita que le salven. Maté a todos mis príncipes azules y bañé mi cabellera en su sangre. Ahora soy una valquiria. Lucho por y para mí misma.

Mi lista de propósitos para 2013 es sencilla. Todo es posible.

-Terminar el curso sin problemas.
-Conservar a mis buenos amigos y hacer nuevas amistades.
-Crear, crear infinitamente. Música, fotografía, cuadros, esculturas, escribir...
-Viajar, lejos, ver más mundo.
-Cuidar de mi familia, para no perder costumbre.
-Seguir sintiéndome libre, disfrutando de cada detalle de mi alrededor, porque la vida es maravillosa.
-Dejar que mi melena crezca sin impedimentos. Porque me hace feliz.
-Superarme.
-Tatuarme de una maldita vez esa canción de Pink Floyd...
-Volver a sentir, sólo si merece la pena...

Y alguno se me escapará.

No puedo irme sin mencionar a Álvaro. 
Álvaro es mi gran descubrimiento de 2012. Esa pincelada que ha hecho que vuelva a sonreír y a confiar en el género masculino. El mejor de los amigos, la mejor de las personas que he conocido. Porque es precioso por dentro y por fuera, y porque a pesar de todos los choques siempre se queda conmigo. Durante meses, ha sido el único hombre al que he podido contarle absolutamente todo lo que me pasaba. De hecho ha sido la única persona que ha estado día sí y día también preocupándose por mí y queriendo hablar conmigo.
Álvaro es un chico guapo, muy guapo, es bonito por fuera casi tanto como lo es por dentro. Tiene un corazón de oro y está llenito de sentimientos adorables que le salen por la boca con un acento que me hace reír. Siempre me busca para hablar conmigo, ya sea por skype, por whatsapp o por teléfono.
Álvaro está en Alemania, y aunque me alegro muchísimo por él, echo mucho en falta un abrazo de oso por su parte. A veces pienso que es lo único que podría ponerme mejor.

Como sé que vas a leer esto, sólo te diré que me queda darte las gracias.
Parece que te esté viendo emocionarte leyendo. Ya nos conocemos.
Sin lugar a dudas, has sido la persona que ha cambiado mi percepción de las cosas.
Apareciste cuando acababa de caerme al hoyo, y desde entonces me has dado la mano para que salga poco a poco. Eres estupendo. Sin lugar a dudas. Toda persona que pueda tenerte en su vida será feliz de tenerte. No sabes lo grande que eres...
Gracias por hacerme sentir que puedo con todo, gracias por preocuparte hasta el punto de sermonearme para que entrase en razón aunque me jodiese, gracias por despertarme mil mañanas diciéndome lo bonita que soy, gracias por decirme todos los días que me quieres tanto. De ti me lo creo todo. Y nada ni nadie me quita la sonrisa que me regalas a diario.

Ich liebe dich. 
Y no tiene más, porque eres maravilloso, y el mejor regalo es tenerte en mi vida.
Gracias por ser como eres.



Volveré a pasarme por aquí pronto. Tengo que volver a hacer este lugar mío. No voy a abandonarlo.
Muchas, muchas gracias por leerme, y feliz año nuevo :)



Pdata: Mi madre me ha hecho el regalo de fin de año más lindo del mundo. Un collar plateado con copos de nieve grabados. Me encantan los copos de nieve. Me encanta la nieve. Me encanta mi madre.