viernes, 4 de noviembre de 2011

Ser humano a mi pesar.

Que siente, que padece, que se enamora, que sufre.
Que llora, que ríe, que salta. Que grita, que respira...
Que vive.



Y me lo niego un millón de veces.
Estos sentimientos me vienen demasiado grandes, tengo el cuerpo tan pequeño...
Hoy llovió y todo se mojó. El agua entró por mi ventana. Pero yo seguí durmiendo.
Los charcos como espejos que siguen sin moverse ni un ápice.
Que cada vez que te leo me tiembla el alma y no hay nada más que tenga que decir.
Yo, ser humano a mi pesar.
Enamorada de la vida aunque a veces duela.
Con cicatrices más grandes que estos ojos que te miran.
Lo peor esque llega a ser algo literal.

Con el poder de tener tu calor entre mis muslos.
El don de retenerte respirando en mi cuello, siempre.
Tambaléate y cae a mis pies, no habrá mano que no te ayude a levantarte.
Págame lo que me debes a base de besos. Morder está permitido.
Siempre que rozas mis labios parece un sueño. Después ni siquiera recuerdo qué siento.
Es la droga en mis venas, me hace querer recordarlo una y otra vez.

Sustancias que se evaporan por los poros de mi piel.
Adrenalina constante. No recuerdo ni la mitad de cosas que he vivido.
Pero cuando hago memoria me sorprende lo lejos que he podido llegar.
Nunca me habría imaginado así, pero me siento libre. De alguna manera o de otra.
He vomitado por la ventanilla del coche de un chico al que acababa de conocer, en una ciudad desconocida.
Hasta las cejas de vodka a pesar de odiar su sabor. Sacando la cabeza a 200 km por hora.
He corrido por autopistas hacia parques imaginarios alojados en rotondas, cuando todo lo demás parecían luces de neón en el cielo, cubierto por un montón de farolas incandescentes.
Horas de tren y de bus buscando a personas de las que sólo conocía sus voces. Sola en carretera.
Mochila a la espalda y música en mis oídos, nada más.


Ahora que lo pienso, he sido lo suficientemente valiente
como para echarle cojones a todas las cosas.
Así que ahora repito en mi cabeza
que también saldremos de esta, ¿eh corazón?
Y que nada ni nadie puede hundir con un estúpido ladrillo de excusas y malas palabras
todo lo que a mí me ha costado construir.



Quiero mi chupa de cuero, mi mp3 y mi cámara de fotos.
Sé que si llevo el casco de la moto me servirá, y mi voz la llevo de fábrica.
Tus ojos en la mente y los recuerdos en los bolsillos.
Tengo ocho mil besos tatuados en la piel.


Sé que estarás esperando al final del camino.


Saldré del barro, lo prometo*


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