miércoles, 27 de julio de 2011

Quédate en casa...

...y así podré hablar contigo.


Es lo normal, lo típico.
Primero piensas que no te importa, que no es para tanto, que puedes pasar sin él.
Pero cuando menos te lo esperas...¡Zas!
Aparece la nostalgia y echas de menos su paisaje interior.

Peco al hablar del amor como hablo de la naturaleza, pero cada cual tiene sus cualidades.
Los ojos del primero me persiguen en cada esquina y recoveco de mi memoria.
Él es el cielo cuando se nubla.
Las nubes azabaches del pelo del segundo me acunan cuando sueño con su sonrisa.
Él es el sol de verano.
Las hebras del cabello del tercero acostumbran a rozarme las caderas de cuando en cuando.
Él es el campo de trigo en el que juego cuando necesito sentir la libertad.

Acostumbro a creerme independiente, y cuando me vuelvo blanda y débil no puedo pasar sin un abrazo.
Es entonces cuando echo de menos, cuando necesito a alguien con quien reír, a alguien con quien hacer locuras que jamás haría o a alguien con quien meditar sobre la vida...


Y les busco...
Les busco y a veces les encuentro...


Pero cuando no...
Consigo sentirme realmente perdida.


Tranquila niña, cada cual a su tiempo...




Pienso disfrutar tanto de tí...*

1 comentario:

Isi G. dijo...

Un abrazo enoooorme preciosa :)

Besazos!!!!