viernes, 10 de junio de 2011

Salvaje.


Que no estaba hecha para la ciudad, que no.

Que era pura energía y fuego, como decía su nacimiento.
Siempre corriendo pero mirando hacia atrás, no olvidaba.
Que tenía la fuerza, que tenía la magia, que nadie le daba.
Pero se la ganaba y la buscaba dentro de sí.

Que nunca la frenaron, tan solo sus instintos
y que los sentimientos eran lo único que podía hacerla llorar.
Pero ya no podía ser tan fuerte.
Porque su interior ya no era blando.

Pura coraza que pesaba, y de vez en cuando se abría.
Tatuado en su pecho, su motor.

Cansada estaba de su propia represión
que ella sola se soltó las cuerdas
y corrió y corrió
hasta encontrar su rincón...


...En el más oscuro recoveco...
De su salvaje corazón.

2 comentarios:

Isi G. dijo...

Bonito texto^^ Un besazo y a seguir corriendo salvaje :)

Julio Cascobelo Moreno © dijo...

Tu texto me encanta, me ha recordado a este otro que escribí yo.

http://escueladeletraslibres.blogspot.com/2010/09/de-turista-en-la-ciudad.html

Besitos Zoe.

Julio.