martes, 7 de junio de 2011

Deberías atarme.

Porque cuando creo que soy libre y pura, sin enredos, me acuerdo de tu pelo.

Así no hay quien vea el cielo abierto.
Teniendo tu sonrisa todo el día en la cabeza.
Qué bien se me da escribir sobre sentimientos,
con la tirria que les tengo.

Desespero.


A veces pienso en tí, trepando por mis rastas.
Lo perfecto que sería respirar el mismo aire que tú.
Y luego me doy la hostia contra el suelo y me endurezco.
Soy resistente a miradas oscuras como la tuya.
Ya son años de práctica, pero me falta paciencia...

Porque si no te veo te echo en falta,
y si estás me desangro pensando que estás lejos, a pesar de todo.


No es culpa tuya.
Soy yo la que no tiene solución.


Haya la X.


Sólo puedo decir...



Eres como el fuego
y cada vez que me acerco me prendo,
intento resistirme pero no puedo,
yo sigo ardiendo,
me estoy consumiendo...

1 comentario:

Isi G. dijo...

Ains bonita, ya falta menos^^

Por cierto, preciosas rastas y precioso tema de Morodo el último :)

Besazos^^