martes, 28 de diciembre de 2010

370. Claroscuros.

"Cuando uno/a se lanza al terreno de juego del Amor
lo que desea es ganar la partida.

Quizá todo sería más fácil si se supiera en qué juego
se está apostando el corazón.
De esta manera podríamos conocer sus reglas en lugar
de avanzar por tableros del amor a ciegas..."
YOYÓ.
El jugador A lanza al vacío al jugador B atado al ombligo por un fino hilo. Después lo atrae de nuevo hacia sí, para volver a dejarlo caer. Y así sucesivamente.

Es el juego ideal para los amantes del puenting (B) y para los indecisos (A). Es bastante sencillo, aunque no es conveniente abusar de él, ya que el hilo termina por romperse y el jugador B acaba confuso, hecho un lío, y sin ganas de volver a practicar un "deporte" de riesgo.

[...]






Así es como me siento. Así es como me haces sentir. Algo que viene y va, que no es especial, aunque me lo hicieras creer, aunque yo me lo creyera. No puedo aguantar esto más, ni me lo merezco, y ya está, así son las cosas. No me volveré a arrastrar.

No por tí.




Z.
Mírame, soy feliz, tu juego me ha dejado así.
CORTEN!
La alegría mañanera de noches grises como esta:
Yo: Pues yo no he dormido.
Él: Y eso es que has hecho bases buenas, ¿verdad?
Yo: Eso es que he estado discutiendo hasta ahora, y no me siento bien...me siento como un yoyó...
Él: Eso es guapo, peor es ser un jarrón. Vacío. Rellenable pero vaciable. Frágil. Poco útil. Meramente decorativo u arrojadizo...Bueno en verdad los jarrones pueden molar, depende de el loco que los coja, como todo en la vida.
Yo: Jajajaajajajajaja.

Él: Quiero un jarrón. Seguro que lo rompo y digo "hahahahahaha".






TE ADORO, JODER, NO CAMBIES NUNCA LA MANERA QUE TIENES DE HACERME SONREÍR A TODAS HORAS, PASE LO QUE PASE.

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