viernes, 8 de enero de 2010

Un regalo.


-¡Buenos días! -dijo.

Era un jardín cuajado de rosas.


-¡Buenos días! -dijeron las rosas.

El principito las miró. ¡Todas se parecían tanto a su flor!


-¿Quiénes son ustedes? -les preguntó estupefacto.
-Somos las rosas -respondieron éstas.
-¡Ah! -exclamó el principito.

Y se sintió muy desgraciado. Su flor le había dicho que era la única de su especie en todo el universo. ¡Y ahora t.enía ante sus ojos más de cinco mil .todas semejantes, en un solo jardín!


"Si ella viese todo esto, se decía el principito, se sentiría vejada, tosería muchísimo y simularía morir para escapar al ridículo. Y yo tendría que fingirle cuidados, pues sería capaz de dejarse morir verdaderamente para humillarme a mí también... "

Y luego continuó diciéndose: "Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que apenas me llegan a la rodilla y uno de Ios cuales acaso esté extinguido para siempre. Realmente no soy un gran príncipe... "

Y echándose sobre la hierba, el principito lloró.





[...]


No hay más que decir,al menos no por hoy. Simplemente son detalles,detalles que sólo yo puedo comprender. Gracias por esto :)



Zoe Bastard ©
Realmente yo tampoco soy una gran princesa,pero te tengo a tí.

1 comentario:

Julio Cascobelo Moreno © dijo...

No puedo creer que nada te haya comentado esto, amo al principito!

Por cierto, tengo nuevo blog ;)

http://ins-pyr-arte.blogspot.com/

besos!!