martes, 3 de enero de 2012

To Be Or Not To Be...?

Puede que ahora mismo estés leyendo esto.
Sí, ya sabes que va por tí.
Hace tiempo que sé que me lees.
¿Recuerdas aquel día en el que me enseñaste tantas fotos?
De pasada vi algunas que eran mías, que jamás te había enseñado.
Sé de dónde las habías sacado. Sé que me sigues, sé que me lees.
Sé que me interpretas a tu manera, siempre equivocada.

Por eso, sin mencionar ni tu nombre, te dedico esta entrada.

Esto se lee escuchando: Shadows-Lindsey Stirling


Siempre has sido tú mismo, así que supongo que te será difícil ponerte en mi lugar.
¿Alguna vez has dejado que alguien te manipule? Creo que no.
Ahora cierra los ojos por un momento, y ponte en mi piel, quiero que vivas cada segundo.
Imagina lo duro que puede llegar a ser que alguien te diga que no debes ser tú, porque te pareces a alguien que esa persona odia. Que te impidan ser libre, que te impidan ser justamente lo que eres por naturaleza.
Como una cuerda que te ahoga y te aprieta y no te deja respirar. No sabes qué hacer, cómo hablar, cómo vestirte...cómo debes ser. No hay libertad, ni salidas. No te permiten ser tú. Y puede que cualquiera que lea esto piense "¡Vamos, pasa de eso! Limítate a ser como te salga. ¿Cómo van a impedírtelo?". Pero sólo tú conoces la dureza de las represalias. Así que no quedaba otro remedio que buscar un camino en lo más hondo.
Y créeme, lo encontré. En mi naturaleza más salvaje.

Me decías cómo tenía que ser, paso a paso, qué tenía que decir, qué tenía que leer, qué tenía que pensar, cómo tenía que tratar a los demás. No era justo, porque ni siquiera era humano.
¿Sabes cuántas lágrimas, cuántas heridas y cuántos gritos he tenido que arrastrar para ser yo misma?
¿Sabes lo mucho que duele, que asfixia, tener tanto miedo como para dar con cada paso adelante, ocho hacia atrás? Siempre tratando de complacer a alguien que no lo merece.
No puedes saberlo.
Tú siempre fuiste tú.

Levantarte cada mañana dándole mil vueltas al espejo para ver si todo estaba en su sitio.
Para aprender a mirar más allá, al fondo del todo, y descubrirte.
Me despojé de mis influencias como si fueran trapos viejos, como si no las necesitase.
Me despojé de ella, así me lo hiciste aprender. Pero también me despojé de tí.
De todas las miradas, los gestos, los parecidos. Y entonces fuí libre, y fuí salvaje. 
Fuí yo, debajo de todas las máscaras. La que late y la que siente. Lo que soy.
Ya no soy nadie más que yo.

Supongo que en algún momento de mi vida me volví loca y estallé.
Por dentro se formó el caos y todo de lo que estaba formada resurgió a la vez.
Vomité mi alma, quizás.
Y salió la música. Y agarré mi violín, y empecé a cantar.
Salió la pintura. Agarré lápiz y papel y me expresé.
Salió el arte y todo se puso patas arriba, y sonreí.
Salí yo. Salió mi alma para gritar que estaba viva.
Y desde entonces no ha podido parar de gritar todos los días.
A cada segundo.


Lamento que tus planes no salieran bien, pero esto es pura cortesía.
En realidad me alegro quizás de todo aquello, porque seguramente todas esas personas que me rodean, esas a las que miras por encima del hombro, me quieran y me hagan tan feliz precisamente porque soy yo, y no estoy manchada de nadie más.

Gracias por las heridas,
pero ya me las he curado yo misma.
Gracias por las lágrimas,
que me han borrado las máscaras.

Ahora simplemente, soy yo.



"Porque Delirio fué antes Delicia,
pero las cosas cambian..."



3 comentarios:

Isi G. dijo...

Me alegro de que ahora seas tú en todo tu estado :)

Un besazo enorme!!!

kf dijo...

Desgraciadamente los humanos aprendemos, sobre todo, por imitación. Y de ahí que nuestro acervo social se limite a transmitir "lo que ha funcionado", en vez de investigar "lo que es más eficaz ahora". Por eso gente como tú y como yo tenemos este tipo de problemas. Nos inculcan formas que no son las nuestras, no pudiendo actuar conforme a nuestras convicciones... nos dan una personalidad que choca con lo que somos. Lo llamarán "anomia asiliente" (ya te lo comenté), pero es simplemente una putada.

Siéntete afortunada porque, pese a que duele, has conseguido ser tú. Le has puesto cojones. Imbéciles como yo seguiremos siendo infelices con tal de contentar a los demás.

Puta cobardía humana...

Lidia dijo...

Me siento identificada con muchas de las maravillas que plasmas por aquí, es especial por ésta. Llevo buscándome de antaño por motivos muy similares siempre con la misma procesión de la inseguridad como bandera y no hago más que dar vueltas. Me alegro mucho de que te encontrases y lo compartas. Ojalá todos llevásemos el mismo emblema sin manchas ni dictámenes. Sé todo lo que duele que te judguen por intentar ser alguien y de ahí estar excrutando cada parte de ser..

Espero poder decir lo mismo con orgullo.