sábado, 19 de noviembre de 2011

Siempre con zeta, por favor.


Llega al Starbucks con dos viejos amigos con los que hacía mas de un año que no hablaba.
Pitillos morados, chaleco negro de lana sobre una camiseta de rayas blancas y negras, chupa de cuero y unas botas que la hacen parecer un poco más alta. Apariencias.

5 minutos mirando el cartel de los cafés, otros 5 mirando las tartas. Tampoco esque tenga mucho dinero en los bolsillos. Hoy es un día diferente, aparentemente.

Se acerca al mostrador y se aparta el pelo azul de la cara.
Mira dos segundos al chico que la atiende, después aparta la mirada.
No le gusta fijar sus pupilas, es como si fueran a gritar a voces quién es ella en realidad.
Titubea un poco hasta que consigue hablar.

-Un...frapuccino de...chocolate blanco...

-¿Con café o sin café?

-Con café...con café.

El café siempre sienta bien, siempre.
El chico del mostrador la mira cabizbajo con una media sonrisa mientras apunta su pedido.

-Bueno, ¿y para quién?...¿Cómo te llamas?

De repente ella levanta la cabeza y abre mucho los ojos. Le mira de frente.

-Ah, Zoe...Con zeta.

La chica mulata que está al fondo de la barra preparando los cafés se gira.

-Oh...me encanta. ¡Me encanta tu nombre! Es precioso...

El chico sonríe.
Le da el cambio.

Ella se sienta con sus dos viejos amigos hasta que escucha su nombre en alto.
Y allí está su café...con su nombre escrito, en mayúsculas...
Gigante, y con zeta.
Como siempre.



TrueStory*

1 comentario:

Isi G. dijo...

Curiosa la escena, sin duda :) Hazle foto a ese café con Z de Zoe ;)

Besazos y gracias por tu comentario^^