lunes, 17 de enero de 2011

A corazón abierto.

No me sigas.

Si me dices que me quieres como si me dices que me odias.
A veces no entiendo el transcurso de los días...tampoco tus palabras.
Me comes a besos la espalda, me arañas hasta que me sangra el alma.
No quiero tus sucias caricias, sé que no son sinceras.
Antes de que me mientas, prefiero que me insultes a la cara.

Si es de noche como de día...
Nunca te pedí que vinieras a buscarme.
Tú siempre quisiste retenerme en cada esquina...
Y nunca tuviste valor para hacerlo.
Ahora tápate los ojos...di que esto no te importa...
Y atrévete a joderme entre un millón de sábanas.



[...]



Puede que estés arriba, pero soy yo quien domina esta situación.
Puedes romperme en mil con los nudos de las cuerdas con las que me atas a tu cama...
Y acto seguido, hacerme el amor como nadie...y observar como me deleito...
Que siempre podré desatarme y arrancarte el corazón de un mordisco profundo.
Sé que puedo hacerlo, tú también lo sabes...
¿Acaso podrías tú soportar la violencia de mi amor...?

Sé, sabemos...que NO.




Z.
Nunca te pedí que te enamorases de mí.

1 comentario:

rafarrojas dijo...

Estamos solos siempre, en el amor y en la guerra. Con la soledad a cámara lenta del que para los golpes de la espada de su enemigo.
Como peces que no respiran el mismo aire.
Besos mil, mi bella punk